Hoy, el museo es un espacio de experiencias, de entretenimiento, de educación y de debate, pero sobre todo es una puerta de acceso al conocimiento y un espacio de pensamiento crítico al servicio de un arroyo de identidades que, con sus capacidades y su buen saber, contribuyen a hacer una sociedad más justa y libre.
Es un espacio donde se aprende del pasado para entender el presente, como cápsula del tiempo donde se relaciona la evolución del pensamiento y se trabaja para convertirlo en el lugar donde se dé el diálogo intergeneracional.
Sin embargo, como institución cultural que custodia bienes patrimoniales del pasado y del presente, el museo trabaja activamente para hacer un retorno crítico y reflexivo a los visitantes coadyuvando a su participación en la construcción del futuro. El museo permite construir nuestros propios relatos, mediante imágenes, conceptos y objetos, acentuando la perspectiva de las personas sobre el valor de los objetos puestos a su servicio.
El proyecto “Cardedeu amb l’Art Vigent” es un proyecto de éxito porque tiene la complicidad del colectivo de profesionales de la educación, del museo y del artista. Con este proyecto, el museo trabaja para acercar el arte contemporáneo al territorio y a su gente, y lo hace acercándolo también en forma de recurso pedagógico a los más jóvenes, para que hagan de altavoces en su entorno.
La cultura nos despierta la curiosidad que alimenta la creatividad: nos puede hacer reír o encoger el corazón. Como decía Albert Einstein: “la creatividad es la inteligencia divirtiéndose”. Observar la pintura nos ayuda a reconectar con nuestros sentimientos y emociones más profundos. Es lo que consigue la artista que presenta este año el Museo-Arxiu Tomàs Balvey de Cardedeu (MATBC), Elisabeth Sabala, que, con su pintura, nos interroga y nos arranca una risa.
Desde el MATBC, os invitamos a interactuar con la exposición “Sabala. Conócete a ti mismo”. Como dice la propia artista: “La nariz es fundamental porque nos sirve para respirar. Y, si no respiras, no vives”.
Teresa Blanch Bofill
Directora del MATBC
Today, a museum is a space for experiences, entertainment, education and debate, but above all it constitutes a route to access knowledge and a place for critical thought in the service of a variety of identities, which with its capacity and know-how, contributes to making a society freer and more just.
A place where one learns about the past to understand the present, like a time capsule describing the evolution of thought and striving to become a place for dialogue between generations.
However, as a cultural institution that custodies heritage from the past and the present, a museum works actively to create a critical and reflective environment for visitors, encouraging their participation in the construction of the future. A museum enables us to write our own stories, by means of images, concepts and objects, increasing people’s perspective on the value of objects placed at their service.
The Cardedeu amb l’Art Vigent project is a successful project because it has the complicity of education professionals, the museum and the artist. With this project, the museum strives to bring contemporary art closer to the territory and its people, and it does this by bringing it closer in the form of an educational resource for the youngest so they can act as loudspeakers for their surroundings.
Culture awakens curiosity, which feeds creativity: It can make people laugh or break their heart. as Albert Einstein said; creativity is intelligence having fun. Observing painting helps one reconnect with our deepest feelings and emotions. This is achieved by the artist presented this year in the Museu Arxiu Tomàs Balvey de Cardedeu (MATBC), Elisabeth Sabala, who with her painting, questions us and brings out a smile.
MATBC invites you to interact with the exhibition “Sabala. Coneix-te a tu mateix” (Sabala. Know yourself). As the artist would say: “A nose is essential because it is used for breathing. And if you do not breathe, you do not live”
Teresa Blanch Bofill
Curator of the MATBC